Cafeteria Elena y Montes

¡Hola, amigos! Si andáis por Plaza del Pueblo, 9 en Alcobendas, no podéis dejar de visitar la Cafetería Elena y Montes. Este lugar es perfecto para desconectar y disfrutar de un café riquísimo rodeados de un ambiente acogedor y un mostrador lleno de colores que te llama a probarlo todo. Desde los deliciosos cafés y tés hasta sus bocadillos y tostadas hechas con cariño, aquí hay algo para cada uno. Y no olvidemos la repostería casera: esos pasteles están de infarto.

Además, si sois de esos que disfrutan de un buen almuerzo, ¡tenéis que probar sus menús de fin de semana! Con platos sutilmente preparados y una botella de agua por un precio más que razonable, cada visita se convierte en una experiencia. Así que ya sabéis, ¡Cafetería Elena y Montes es el plan ideal para cualquier momento del día!

Dónde se encuentra la Cafetería Elena y Montes

¡Hey, gente! Hoy quiero contarles sobre mi reciente experiencia en la Cafetería Elena y Montes, que está ubicada en Pl. del Pueblo, 9, 28100 Alcobendas, Madrid. Ya saben cómo soy, siempre en busca de un buen lugar para desayunar, y esta cafetería tiene buena fama... Pero, ¿será que realmente vale la pena?

La verdad es que el lugar tiene su encanto; solo entrar y ver el colorido del mostrador te transporta a esas panaderías clásicas de toda la vida. Pero, oh sorpresa, también tuve una experiencia no tan agradable en mi visita más reciente. Pedí un café con leche y pan con tomate junto a mi esposo, pero el tomate resultó estar agriado. Cuando fuimos a comentarlo con la encargada, me dijo que era imposible, ya que ella misma había triturado los tomates por la mañana, lo cual no nos cuadraba porque estábamos allí a las 10 de la mañana y ya estaba incomible. Y lo mejor de todo: nos cobraron el pan manchado. ¡Qué pena! Con una ubicación tan excelente y un local tan bonito, esperaba más en cuanto al servicio.

Pero no todo es negativo, porque también he escuchado maravillas de este lugar. Hay quienes vienen desde Madrid solo por su café a 1.50 euros, algo que ya es casi un milagro en otros sitios. Conozco a algunas personas que dicen que la atención es espectacular; tan rápido que ya saben cómo les gusta el café. Esos pequeños detalles marcan la diferencia, ¿no creen? Pero claro, la experiencia puede variar y hay quienes han tenido momentos de espera incómodos, especialmente en la terraza.

Sin embargo, lo que más me sorprendió fueron comentarios sobre la falta de educación de algunos de los camareros en situaciones problemáticas. Un tipo llegó a recibir un vaso de chocolate de sobre para sus churros y cuando se quejó, el camarero se puso a la defensiva. En fin, esas cosas hacen que uno se pregunte si vale la pena seguir intentando.

Así que, si estás en Alcobendas y quieres probar la Cafetería Elena y Montes, recuerda que está en Pl. del Pueblo, 9. Puede que te encuentres con algo fantástico, o puede que no, así que ve preparado para lo que venga. ¡Suerte!

Qué tipo de ambiente se puede esperar en la cafetería

Y bueno, no sé si habéis escuchado hablar de Cafetería Elena y Montes, pero la verdad es que mi experiencia no ha sido la mejor. La verdad, es increíble cómo un lugar cambia en poco tiempo. Solían tener unas comidas riquísimas, pero ahora parece que han dejado todo un poco de lado. Compré tanto pan como pasteles y, para ser sinceros, estaban viejos y nada frescos. ¡Una pena, de verdad! Y que hablemos de la torta... ufff, ¡estaba rancia y con una masa tiesa! Te juro que me costó 2.30 y me siento estafada cuando pienso en cuánta mejor pastelería hay por ahí.

Pero eso no es todo, porque cuando fui a pedir un sándwich, ¡vaya sorpresa! Me trajeron un pan súper grueso y una loncha de jamón que, honestamente, se veía triste. La tostada llegó quemada y mal cortada; ni siquiera la pude disfrutar. Además, la higiene de las empleadas dejaba mucho que desear. Obviamente, las cosas no andan bien cuando un cliente entra con su perro y lo sienta en un taburete. Lo de los perros está bien, pero esto ya es un poco anti higiénico, ¿no creen? Creo que a veces se cuida más a los animales que a los clientes.

Aunque he de decir que por otro lado, hay algo que se salva. Una vez me atendió Marta, ¡y su servicio fue excepcional! Siempre con una sonrisa y hace un café delicioso. Si pudieran tener más gente como ella, quizás la cafetería recupere un poco lo que era antes. Lo bueno es que aún quedan momentos agradables en medio de todo este caos.

Hablando de ambiente, parece que hay una mezcla complicada. Por un lado, la desorganización y el desorden son los reyes del lugar, pero la buena onda de algunos trabajadores, como Marta, todavía rescata el ambiente. En definitiva, puedes esperar un lugar algo caótico y que necesita realmente un cambio, pero de vez en cuando, tal vez encuentres una atención que sí vale la pena. ¡Quién sabe!

Cuáles son las especialidades de café y té que ofrecen

Y ya que estamos hablando de la Cafetería Elena y Montes, ¿qué tal si te cuento un poco más sobre la experiencia que he tenido allí? Aunque la atención de Gustavo es bastante notable, siempre con una sonrisa y dispuesto a ayudar, es una pena que los productos no estén a la altura. Por ejemplo, esa vez que pedí un trozo de roscón por 4 euros... ¡vaya decepción! Estaba duro y poco fresco. Y no es la primera vez que me pasa, lo que me hace cuestionar si realmente valen la pena esos precios. Aunque, por otro lado, puede ser que esta cafetería tenga sus días buenos y malos, y no siempre podemos tener suerte.

Pero no todo es negativo, ¿sabes? He visto reseñas donde la gente habla maravillas del café, y tengo que admitir que sí que está muy bien. En mi última visita, desayuné un tomate fresco que tenían y, ¡por solo 2.20 euros! Me sorprendió gratamente. La atención muy especial, de verdad, hace que uno se sienta bienvenido, así que, por ese recurso humano, seguro volveré. La verdad es que, aunque los productos a veces no son lo que esperan, esa atmósfera acogedora te deja un buen sabor de boca. Desde entonces, he decidido incluir la cafetería en mis paradas diarias.

Por otro lado, tampoco me gustaría hacer de menos a los comentarios negativos. Hay quienes han tenido experiencias horrorosas, incluso con pedidos de cupcakes que no cumplían con las expectativas. Recuerdo que alguien mencionó que les dieron una muñeca de plástico cuando pidieron algo personalizado. Eso es totalmente frustrante, especialmente si uno se toma la molestia de pedir algo con tanto detalle. Sin olvidar los que han comentado sobre la limpieza del lugar y un servicio que deja mucho que desear. Sin embargo, siempre hay algo bueno por descubrir, y el café parece ser uno de esos aciertos.

En cuanto a las especialidades de café y té, parece que en esta cafetería saben cómo preparar un buen café. La variedad que ofrecen destaca por la calidad de los granos y, aunque es un lugar donde pueden mejorar en otros aspectos, el café es uno de los puntos que realmente resalta. Si decides pasarte, asegúrate de probarlo y quizás algún postre, aunque diría que con precaución. ¡Siempre es un placer tener buenos cafés en la agenda!

Qué opciones de comida están disponibles en el menú

Y, bueno, después de lo que hemos visto, qué pena lo de Cafetería Elena y Montes, ¿no? Antes era un sitio que todos teníamos en la cabeza cuando hablábamos de un buen café y unos pasteles que te hacían la boca agua. Pero, lamentablemente, parece que se han dejado estar. La última vez que fuimos a comprar algo, el dependiente no tenía ni idea de los ingredientes. Con lo fácil que es decir "no lo sé, déjame comprobarlo", y en cambio, su respuesta fue un "no como dulce". ¿En serio? Con ese tipo de respuesta te dan ganas de salir corriendo a buscar un sitio que aprecie a sus clientes.

Y ni hablemos del estado del local. Es una lástima que un lugar con tanta historia se haya convertido en un punto de referencia por lo negativo. La atención es pésima, y ya hemos escuchado a más de uno decir que la chica que está al frente solo te pone mala cara. A mí en particular, me tocó una situación en la que compré un "to good to go" y el contenido era claramente de día anterior. ¡Vamos! Si ya estamos intentando hacer algo por el planeta, no nos tomen el pelo, ¡por favor! Y, para rematar, la chica se comportó como si yo fuera el problema, en lugar de ellos. No es que piense volver pronto, y creo que muchos en mi círculo estarán de acuerdo.

Y en cuanto a la limpieza, poco que añadir. He escuchado historias de encontrar pelos en la comida y eso ya es una señal clara de que necesitan una buena limpieza y una lección sobre higiene. Así que, la pregunta del millón: ¿qué opciones de comida hay en el menú? Bueno, a pesar de lo que se podría esperar de una pastelería tradicional, no parece que ofrezcan gran cosa que justifique estos descuidos. Cafés, tostadas y algunos dulces, pero parece que han perdido el toque especial que una vez tuvieron. Así que, ¿para qué arriesgarse? Es una pena porque con un poco de esfuerzo, podrían recuperar la fama que algún día tuvieron.

La cafetería ofrece opciones vegetarianas o veganas

Y, bueno, ya sabes que ir a Cafetería Elena y Montes puede ser una caja de sorpresas. Hay gente que tiene experiencias de cinco estrellas, hablando maravillas de sus desayunos y de lo amables que son. Claro, un buen desayuno por 1-10 € suena increíble, y el ambiente, dicen, es muy acogedor. Pero, ojo, que no todo es color de rosa. Hay quien se ha encontrado con un servicio más que decepcionante. Después de esperar media hora y no recibir ni un café, la gente ha decidido irse sin comer. ¡Qué frustrante!

Por no hablar de lo que les ha pasado a otros con la comida. Imagínate pedir un sándwich mixto y que te lo traigan quemado y frío, además de un zumo que sabe fatal. No sé tú, pero eso suena como un desastre total. ¡Ay! Los polvorones rancios y los milhojas inmasticables también han hecho acto de presencia, dejando a varios con un mal sabor de boca. ¿Y la atención? Poco profesional, según han comentado algunos. Pareciera que el personal no está muy en sintonía con lo que sucede en la sala, lo cual, la verdad, da pena.

Por otra parte, si estás pensando en encargar algo especial, como una tarta de cumpleaños, tal vez quieras pensarlo dos veces. Aquí ya han tenido experiencias desilusionantes al encargar su famosa tarta, solo para encontrarse con una situación caótica y un resultado que deja mucho que desear. Así que, si te estás animando a celebrar algo, mejor no arriesgar.

Y respecto a si ofrecen opciones vegetarianas o veganas, la verdad es que con todo lo que he compartido, no he visto mención de opciones especiales en el menú. Así que, si eres vegetariano o vegano, puede que tengas que preguntar directamente, porque una cosa es segura: la atención parece ser un poco aleatoria, así que mejor ir preparado a aclarar tus dudas.

Cómo es la repostería en la Cafetería Elena y Montes

Así que después de hablar de la Cafetería Elena y Montes, no puedo evitar mencionar la mezcla de experiencias que he escuchado. Por un lado, hay quienes creen que es su lugar favorito para desayunar. Si te gusta disfrutar de un buen manchado con una tosta de tomate y aceite, parece que el sitio cumple con esa misión, especialmente cuando el día está nublado y acompaña con un ambiente cálido. Pero, por otro lado, hay críticas que no se pueden pasar por alto.

Lo de las palmeras de chocolate se ha vuelto un tema popular entre algunos, con mi suegro llevándolas todos los domingos. La cosa es que, al parecer, esas palmeras se han puesto más duras que un ladrillo. ¿De verdad espera alguien pagar por eso? Y ni hablemos del servicio: si la camarera está de mal humor, ni se te ocurra preguntar algo. La experiencia puede volverse bastante incómoda, ya que la atención no es precisamente la mejor.

A pesar de eso, también hay quien resalta a Gustavo, un camarero que parece que se salva del resto. Su trato es todo lo contrario a lo que algunos han descrito. Es un detalle que cuenta, especialmente en un lugar donde el ambiente suele estar un poco cargado a veces, con ruido y mesas sucias. La variedad en la carta, como los diversos panes y bollería, parece ser un punto positivo, así que tal vez sea cuestión de saber cuándo ir y qué pedir.

Sobre la repostería, hay mucha diversidad, pero me da la impresión de que ha bajado la calidad en comparación con otros tiempos. Muchos dicen que las tartas son ahora más pequeñas y tienen ese toque industrial que pierde un poco de magia. Si buscas algo realmente especial, ya sabes, mejor toparse con el buen trato de Gustavo y probar su selección de pasteles, aunque ojo, no todas las experiencias son así de positivas. Al parecer, hay que ir con cuidado con lo que elijas.

Es necesario hacer una reserva para el fin de semana

Vaya, si pensabas que Cafetería Elena y Montes era una buena opción, ¡te has llevado una decepción! Así me pasó a mí. Hay algo de magia en el ambiente cuando llegas a un lugar que esperas que te sorprenda, pero, sinceramente, aquí todo se siente cómodamente incómodo. Las mesas son como miniaturas, y el espacio es tan reducido que, si te sientas mal, no sabes si te has pedido un café o una acampada en la mesa de al lado. Y ni hablar del olor a suciedad que parece impregnarse en el aire. ¿Tienes un par de cafés que pedir? Mejor grítalo, porque parece que la camarera que atiende la zona, con esas gafas que siempre lleva, no está muy dispuesta a salir a servir. ¡Vamos!

La guinda del pastel fue cuando me trajo los cafés y la mesa estaba hecha un desastre. Le pedí que limpiara un poco antes de servir y su respuesta fue un balde de desparpajo: "Primero el café, luego limpio". ¡¿En serio?! A mí me parece que esto no lo enseñan en ninguna parte, y menos en un curso de atención al cliente. Me quedé pensando en qué tipo de lógica es esa. Casi me doy cuenta de que se trata de un espectáculo de stand-up, porque la única opción que te queda es pagar en una máquina echándole el dinero como si fuera una máquina tragaperras. Un verdadero desastre.

Y si creías que las delicias de la pastelería iban a salvar el día, piénsalo dos veces. Compré una tarta de hojaldre y frutas que parecía recién salida de un congelador del siglo pasado. La recogí a las 10:15 y ya a las 16:00 seguía en un estado no apto para el consumo. Oh, claro, seguro que no querías saber cuándo fue la última vez que la prepararon, ¿verdad? Esas son cosas que no se comentan en la mejor de las reuniones de pastelería, y el personal, con poquísimos modales, parece no tener un día helado ni de reservas.

El pan no está mal, pero el trato y el tiempo de espera son un verdadero asunto sin resolver. Te ignoran mientras están reponiendo productos, y al final, cuando te devuelven el cambio, es como si te estuviesen dando un regalo sorpresa. Pero aquí está lo mejor: la calidad-precio de lo que ofrecen no está a la altura de lo que uno se espera. Así que, con todo esto, ¿es necesario hacer una reserva para el fin de semana? ¡Te diría que, mejor que no! No parece que vayan a estar tan ocupados como para que necesites asegurar tu mesa. Así que, si decides aventurarte, que sea con una mentalidad abierta a la experiencia. ¡Buena suerte!

Cuánto cuesta un menú de fin de semana en la cafetería

Ayer estuve en Cafetería Elena y Montes, y, la verdad, no puedo entender por qué hay tanta gente hablando de este lugar. La experiencia fue desastrosa. Me tomó una hora conseguir que me sirviesen un simple café mientras veía a los dos camareros en la barra riéndose y hablando entre ellos como si no hubiera un cliente esperando. Venía con ganas de disfrutar, pero la verdad, me quedé a nada de irme. Si no puedes tomar un café en un tiempo razonable, la verdad es que no vale la pena. Además, la bollería que ofrecían no estaba siempre fresca y, a veces, parecían más de un día.

Hablando de bollería, un amigo fue la semana pasada a la sucursal que está al lado de Papa John’s, y su experiencia no fue mejor. Le sirvieron unos pasteles duros y manidos, y para colmo, la camarera se permitió el lujo de decirle que estaban "buenísimos" antes de traérselos. Vaya forma de burlarse del cliente. ¡Como si no nos diéramos cuenta! Él salió pensativo sobre cómo este sitio sigue abierto, especialmente cuando lo que ofrecen es tan malo. Lo único pasable fue el café, que, según él, era "aceptable". Pero, en fin, creo que deberían replantearse su concepto sobre lo que se considera "ser un buen bar".

Y si pensaban que nada podía empeorar, déjenme contarles lo que le pasó a otra amiga. Tenía una tarta de cumpleaños encargada, y después de mil y un problemas con cambios de ingredientes y horarios que no cumplían, la tía salió corriendo a otro sitio a buscar lo que fuera a última hora. Cuando apareció una persona con la tarta, lo que le dieron no se parecía en nada a lo que había pedido. Fue un auténtico desastre, y al final, solo logró recuperar su dinero. Deben ser agradecidos de que es un lugar agradable, pero como panadería o repostería, definitivamente, no lo recomendaría.

Y hablando de los precios, si te preguntas cuánto cuesta un menú de fin de semana en la cafetería, la verdad es que no lo sé con certeza, pero por lo que he visto por ahí, los precios son razonables. Sin embargo, con el servicio y la calidad que ofrecen, tal vez valga más la pena buscar otro sitio que sepa aprovechar esos precios en comida y atención. ¡Hay muchos mejores sitios en Alcobendas!

Qué incluye el menú de fin de semana además de la comida

Si has estado pensando en un lugar que valga la pena para un café y algo dulce, ¡tienes que probar Cafetería Elena y Montes! No estoy exagerando, el café es buenísimo y los dulces son increíbles. Literalmente, cada vez que voy he salido con una sonrisa en la cara. Además, los precios son bastante razonables, así que puedes darte un capricho sin que se te dispare el presupuesto. Y en estos tiempos en los que todo está tan apretado, la distancia entre las mesas es muy amplia, lo que te da un respiro y tranquilidad mientras disfrutas de tu merienda.

Lo que me encanta realmente es el trato. Las chicas son amables, cordiales y profesionales como la copa de un pino. Siempre te ponen un dulce con el café, y créeme, ¡están realmente ricos! Es un pequeño detalle que hace toda la diferencia, sobre todo cuando buscas un momento de placer y confort. La verdad es que cada visita me hace sentir como en casa, sin la molestia de tener que lidiar con un servicio que no sabe lo que hace, como en otros sitios que he probado.

Por otro lado, entiendo que hay experiencias mixtas. He escuchado sobre la nueva apertura en Fuentelucha y la mala calidad de la bollería. Es frustrante escuchar que vendan cosas rancias, especialmente cuando te presentas en un compromiso esperando que todo salga de lujo. Esa falta de atención al cliente realmente puede arruinar la experiencia. A nadie le gusta quedar mal por algo que podría haberse evitado completamente. Las camareras de la tarde, según he oído, dejan mucho que desear, y parece que han perdido a algunos clientes por la falta de atención; sí, eso realmente puede ser un dolor de cabeza.

Pero volviendo a las cosas buenas, en Cafetería Elena y Montes la experiencia es todo lo contrario. El café está riquísimo, las mesas están siempre limpias, y hay una gran variedad de alimentos, todos muy apetecibles. Y, por si te preguntas, el menú de fin de semana no solo incluye comida, sino que también ofrecen un ambiente super relajante con música al volumen perfecto. Es ideal para pasar un rato con amigos o para simplemente relajarte en un rincón acogedor. Así que, ya sabes, no dejes de darte una vuelta y disfrutar de lo que tienen para ofrecer. ¡Te aseguro que no te arrepentirás!

Fotografías Cafeteria Elena y Montes