
¡Hey, amigos! Si aún no han visitedado El Trompezón, están perdiendo una joyita en Torrejón de Ardoz. Este sitio, ubicado en Avenida de la Unión Europea, 12, es perfecto para disfrutar de raciones generosas y un menú espectacular. La cocina es todo un festín; desde un delicioso salmorejo hasta un jugoso secreto, cada bocado te dejará con ganas de más. No se olviden de terminar la experiencia con un buen postre y café para redondear la jornada.
Además, la atención es de primera, gracias a la amabilidad de su dueño y el equipo. Y si lo tuyo es comer al aire libre, tienen una encantadora terraza donde podrás disfrutar de esos días soleados. No se imaginan todos los sabores que pueden degustar, como las croquetas de chipirones o el sorprendente pescado. Sin dudas, es uno de esos lugares que te hace querer volver una y otra vez. ¡Así que no esperen más y vengan a probarlo!


Horarios El Trompezón
Día | Hora |
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lunes | Cerrado |
martes | 8:30–24:00 |
miércoles | 8:30–24:00 |
jueves | 8:30–24:00 |
viernes | 8:30–24:00 |
sábado | 10:00–24:00 |
domingo | 10:00–24:00 |
El horario podría cambiar.

Mapa Ubicación El Trompezón

Dónde se encuentra El Trompezón
¡Hola, amigos! Si estáis buscando un lugar donde disfrutar de buena comida y un ambiente súper agradable, El Trompezón en Av. de la Unión Europea, 12, 28850 Torrejón de Ardoz, Madrid es la opción perfecta. Imaginaros una terraza donde se está a gusto, rodeados de buen rollo y con unas raciones que os harán volver por más. Os cuento que mi intención era solo tomar algo, pero entre torreznos y pinchos morunos, acabamos picando más de la cuenta. ¡Estaban deliciosos!, aunque un pelín pasados de sal, pero eso no importó mucho con el buen servicio que nos ofreció Diana. De verdad, con profesionales así, ser cliente es un lujo.
Pero eso no es todo. Si sois fanáticos del salmorejo (quién no lo es, ¿verdad?), los boquerones con salmorejo que sirven son para quitarse el sombrero. Y ya ni hablemos de los chipirones a la plancha, que estaban para comerse uno tras otro. Aquí parece que la comida casera es la verdadera estrella. Un sitio donde se puede comer bien por precios que oscilan entre 10 y 30 € por persona. Y si lleváis a vuestros amigos peludos, ¡no hay problema! Tratan a los perritos con mucho cariño, como sacando agua para que se hidraten.
El ambiente es muy familiar y acogedor, y sobre todo, la atención es de 10. Es cierto que cada vez que volvemos, nos reciben con una sonrisa y nos cuidan como si fuéramos de la familia. No importa si pedís un secreto o unas natillas caseras; aquí todo está rico y bien hecho. Así que si queréis pasar un buen rato cenando o simplemente tomando algo en esa terraza ideal, recordad que El Trompezón está justo en Av. de la Unión Europea, 12, 28850 Torrejón de Ardoz. Sin duda, ¡volveréis, como yo!

Qué tipos de platos se pueden encontrar en El Trompezón
Te cuento que el otro día fuimos a cenar a El Trompezón, un restaurante en Torrejón de Ardoz que nos dejó muy buen sabor de boca. La comida estaba deliciosa y súper bien presentada, no te imaginas lo bien que servían los platos. Todo fue exquisito y el trato fue sencillamente genial. Sin duda, este lugar es muy recomendable para una cena con amigos o en familia. ¡Fue una experiencia de 5 estrellas en todos los aspectos! Y lo mejor de todo es que los precios son bastante asequibles, ya que puedes cenar por menos de 10 euros, ¡una auténtica ganga!
Y si eres más de tomar algo al ambiente, este sitio también tiene su encanto. Puedes pedirte una cerveza bien fresquita y disfrutar de su carta que, aunque no es extensísima, tiene opciones de buen acabado y sabor. Te va a encantar la atención del personal; son súper amables y siempre están dispuestos a recomendarte lo mejor. Por ejemplo, probamos unos boquerones al salmorejo y hasta nos explicaron cómo comerlos. Sin duda, volvemos a repetir.
Si buscas un lugar más familiar, el Trompezón tiene un menú del día por 11.5 euros que merece la pena probar. El ambiente es agradable y tanto la cocina como el servicio tienen buena nota. Aunque si eres de los que busca picar algo, refresca tu mente porque aunque puedes disfrutar de varias opciones, quizás las cantidades te decepcionen un poco.
La realidad es que, aunque a veces puede haber algún percance como las raciones pequeñas o los aperitivos, la mayoría de las experiencias han sido bastante positivas. En general, la mayoría de los platos mantienen una buena calidad, así que si te preguntas qué tipos de platos hay, ¡la oferta incluye desde boquerones y tapas de salmorejo, hasta nuggets de pollo o calamares! Ideal para ir picoteando mientras te tomas algo con amigos. Definitivamente, vale la pena darle una oportunidad a este sitio.

Qué significa que El Trompezón ofrece "raciones generosas"
Y así, hablando de El Trompezón, es un sitio que, a pesar de tener sus altibajos, parece tener un encanto especial. El fin de semana pasado, la cosa estuvo bastante tranquila, lo que siempre es un plus si buscas comer sin ruido. El menú de 20 euros incluye bastante, pero a veces puede sonar un pelín caro si te das cuenta de que no incluye el postre. La tapita que te dan al principio es un buen toque, pero nos quedamos con ganas de un poco más de variedad en la carta de raciones, que se sintió un poco escasa. Eso sí, si visitas durante la tarde, puede que el menú mejore un poco.
Una cosa que no puedes dejar de pedir son las setas, que, según dicen, las preparan estupendamente. Yo probé un salmorejo con una bola de helado de limón que estaba bastante bueno, te da una combinación de sabores que no esperas. La atención, eso sí, es un 10; los camareros son súper amables y están pendientes de ti siempre. Aunque, la verdad, lo del servicio puede ser un poco desastroso en momentos puntuales. Ojalá que lo que pasó con el servicio lento y el dueño gritando a las camareras no sea algo frecuente, porque eso da pena, ¿no?
Pero, en fin, la comida de calidad y el ambiente agradable siempre cuentan a favor. Es un lugar modesto, pero cumple con el objetivo de ofrecerte una buena comida sin pretensiones, y los baños estaban bastante limpios, que es algo que siempre apreciamos. ¿Y qué significa eso de que El Trompezón ofrece 'raciones generosas'? Básicamente, que aunque algunas opciones puedan parecer escasas, muchos platos están cargados de sabor y cantidad, haciendo que realmente valga la pena probar lo que tienen. Así que, aunque tiene sus defectos, hay que darle una oportunidad.

Cuál es el menú destacado de El Trompezón
Así que, después de nuestra última visita a El Trompezón, me quedé con una mezcla de impresiones. Para empezar, cuando celebramos esa reunión familiar con doce comensales, el servicio fue realmente amable y rápido. Pedimos el menú de fin de semana y, aunque la comida estaba buena, la cantidad dejó un poco que desear. Eso sí, la atención estuvo al nivel, pero los postres... vaya decepción. Parecía que los habían cortado y no había suficiente para todos. ¡Y ni hablar del chupito que se nos quedó en el aire! En fin, no fue la experiencia que esperábamos, pero no estaba del todo mal.
Por otro lado, la última vez que fuimos a tomar algo nos llevamos una sorpresa menos agradable. Las raciones eran ¡enanas! De esas que te dejan pensando si estás en un bar o en un restaurante de lujo. Los niños pidieron nuggets de pollo y lo que recibimos fueron unas tiras que parecían más un aperitivo que un plato. Y para colmo, 8 euros por tres tiras de pollo... ¡vaya manera de sorprendernos! La atención fue un caos, apenas pasaban y tuvimos que estar llamando durante todo el rato. De verdad, no recomendaría ese rollo.
En el lado positivo, si se busca disfrutar de una comida agradable, he oído maravillas del salmorejo que tienen. La terraza es espaciosa y el ambiente es bastante tranquilo, algo que siempre se agradece. La carta es equilibrada, no abrumadora, ideal para compartir unas raciones con una buena caña o un vinito. Aquí la calidad parece estar a la orden del día, especialmente si buscas un sitio que escape del típico menú de hamburguesas y patatas fritas.
Y si me preguntan por el menú destacado de El Trompezón, aunque no tengo una respuesta oficial, la recomendación del salmorejo es clara. No solo es refrescante, sino que parece ser uno de esos platos que siempre falls bien. Así que, si decides ir, ¡definitivamente pruébalo!

Hay opciones de postres en El Trompezón
Y mira, hablando de El Trompezón, la verdad es que ha habido opiniones muy variadas. Hay quienes dicen que es un sitio acogedor y que lo lleva bien un tal Paco junto a su señora y un equipo que le pone cariño al asunto. Dicen que las tapas caseras son lo mejor, especialmente los torreznos y los boquerones con salmorejo, que, según algunos, son de esos platos que no te puedes perder cuando vas. No sé tú, pero a mí me gustan los lugares donde el ambiente es familiar, y eso es algo que resuena mucho en las reseñas.
Por otro lado, también hay quienes han quedado bastante decepcionados. Menos mal que hay quienes dicen que es un sitio "acogedor donde los haya", porque hay otros que tras visitar El Trompezón se van con una estrella en la mano y un sabor amargo en la boca. Conozco a varios que han ido a comer con amigos y se encontraron con raciones escasas y caras, lo que no es precisamente lo que buscas cuando sales a disfrutar. Con tanta gente y las raciones tan pequeñas, no me quiero ni imaginar las caras de los ocho comensales partiendo todo a la mitad. ¡Una vergüenza!
Y aunque hay opiniones dispares, algo que parece coincidir es que la calidad de la comida es un punto importante. Hay quienes se acuerdan de El Trompezón como un sitio donde comer es como volver a las casas de nuestras abuelas, eso sí, también hay quienes dicen que la carta es justita y que hay mucho frito congelado. Lo bueno es que, al menos, el trato del personal es correcto y se esfuerzan en ofrecerte una tapa con la bebida, aunque hay quienes piensan que la calidad de esas tapas deja bastante que desear.
Ahora, sobre la pregunta del millón: “¿Hay opciones de postres en El Trompezón?” Pues, sinceramente, no parece haber un consenso al respecto. Algunos pueden decidir saltarse el postre después de haber tenido una experiencia regular o no intensa con la comida. Otros tal vez encuentren algo dulce que los haga cambiar de idea. Pero si de verdad te interesa, creo que sería bueno que le dieras un vistazo a su carta directamente. Quién sabe, a lo mejor te sorprenden con algo delicioso para cerrar la comida con broche de oro.

Cómo es la atención al cliente en El Trompezón
Y hablando de El Trompezón, es una pena que la experiencia pueda variar tanto según el día. He oído historias que van desde un servicio fabuloso, donde te tratan como en casa, hasta experiencias que hacen que quieras huir. Me cuentan que algunos se han sentido prácticamente ignorados. Por ejemplo, hay quien dice que en su última visita, la cocina cerró antes y ni siquiera podían conseguir unas patatas fritas. Imagínate, después de unas cañas, ¡bien podría ser lo que más apetece! Un amigo me decía que al final le hicieron una cuenta rara de 30 € por 16 cañas, y claro, ¿cómo se entiende eso? No se puede contar con eso si decides ir a pasar un buen rato.
En el extremo opuesto, hay quienes no tienen nada más que buenas palabras. Hasta ahora, la gente la ha descrito como un sitio donde la comida está hecha con cariño y dedicación, y eso siempre es un punto a favor. Según algunos, la atención es realmente ejemplar, con el dueño estando al tanto de cada detalle. ¡Eso sí que marca la diferencia! Además, tienen un menú entre semana por 10 €, en el que la calidad parece no faltar. Ahora sí que parece que lo que buscas se encuentra a un precio más que razonable.
Para los que disfrutan de un buen vinito y un ambiente familiar, aseguran que El Trompezón puede ser una opción muy válida. La experiencia parece darse entre este vaivén de emociones, pero la simpatía en el trato puede dejar más que desear a veces. Lo curioso es que parece un lugar donde la atención al cliente es muy discrecional, oscilando entre ser muy cálida y familiar, y en ocasiones, un poco ausente. Ya sabes, si decides aventurarte por ahí, ir con baja expectativa no vendría nada mal. ¿O no?

Quién es el dueño de El Trompezón y cómo contribuye a la experiencia
Y ya que hablamos de El Trompezón, hay que dejar claro que no todo es malo, aunque algunas experiencias sean un verdadero fiasco. ¿Quién no ha pasado por eso de llegar con ganas y que el menú sea un desastre total? Recuerdo esa vez que pedimos una ración de bravas porque, claro, en la carta decía que eran caseras y eso te hace pensar que serán espectaculares. Pero no, el camarero regresa como si hubiera buscado en un tesoro perdido y lo único que encontró fue un "no hay bravas". ¡Quedé a cuadros! Después de hacer malabares con las croquetas y los calamares, decidimos pedir solo las bebidas y luego nos marchamos. Pero adivina, ¡ahora sí había bravas! A esas alturas, ya nos habían servido unas patatas fritas que eran un horroroso cruce entre lo crudo y lo blando.
Y, hablando de precios, ¿sabéis qué? Nos cobraron casi 13 € por dos bebidas y esas patatas que parecen haber estado en un concurso de cocina desastroso. La verdad, es un sitio donde las expectativas se quedan en el aire. Para mí, es mejor no caer en la tentación de ir, porque es un lugar donde el "buen rato" se transforma en "mal trago". Así que, en vez de gastar, mejor ir a un sitio donde sepas que al menos la comida va a estar buena.
Pero no todo es tan negro, porque mentiría si dijera que no hay un pequeño rincón de felicidad en El Trompezón. He leído que tienen una terraza que vale la pena, y que las tapas pueden ser buenas en el contexto correcto. Algunos hasta se sorprenden de lo bien que combina los boquerones fritos con salmorejo. Menos mal que no todo el mundo ha tenido malas experiencias. Además, parece ser que el servicio es decente y el ambiente es ameno, ideal para una reunión con amigos o celebrar un cumpleaños. Aunque eso sí, se tendría que ir preparado para no esperar café por la mañana, lo cual es raro, pero bueno.
En cuanto al dueño de El Trompezón, que se dice que son unos auténticos apasionados de la gastronomía y la hospitalidad, se nota que quieren ofrecer un buen rato a los clientes, aunque a veces las cosas no salgan como deberían. Ellos se esfuerzan por ofrecer un ambiente acogedor y atender a la gente con cariño, y aunque a veces eso no se refleje en la calidad de la comida, su dedicación es algo que se agradece. Así que si alguna vez decides darle una oportunidad, al menos sabes que los que están al mando tienen buenas intenciones. Aunque eso sí, ¡respreparad la lista de opciones por si acaso!

El Trompezón tiene espacio al aire libre
Y ni te cuento cómo lo pasamos en El Trompezón. Desde que entramos, el ambiente era acogedor y el camarero, un auténtico crack, sabía cómo hacernos sentir como en casa. El aire acondicionado en ese saloncito de dentro fue un detalle muy bienvenido, sobre todo con el calor que hacía ese día. Pedimos el menú del día y, sinceramente, ¡vaya acierto! Todo estaba riquísimo, pero la tarta de queso... ¡madre mía, qué maravilla! Entre la buena cocina y un servicio impecable, el precio nos dejó aún más satisfechos.
Si buscas un lugar para el aperitivo el domingo, este es el sitio. Te sorprenden con tapitas variadas que están de rechupete, y el personal siempre sabe cómo hacer que te sientas a gusto. No puedes irte sin probar el salmorejo, es realmente el mejor que he comido. Mariano, el camarero, siempre está atento a que no te falte de nada y bueno, el ambiente es perfecto para relajarse.
Aparte de eso, la variedad de vinos es de lo mejor. No es fácil encontrar un lugar con tan buena relación calidad/precio, y las raciones son generosas. Además, están súper limpio, lo cual siempre es un punto a favor. En cuanto a comida casera, lo clavan. Te aseguro que el arroz con bogavante es una de sus especialidades y vale cada céntimo.
Y en cuanto a tu pregunta sobre si El Trompezón tiene espacio al aire libre, la verdad es que es un lugar pequeño y acogedor, pero lo que sí puedo decirte es que su interior resulta muy agradable. Así que si te apetece salir a disfrutar de tu comida al aire libre, puede que tengas que planearlo un poco. Pero, ¡lo que importa es que la comida y el servicio son de 10!

Qué platos recomendados se mencionan en la introducción
Y ya que estamos hablando de El Trompezón, no puedo dejar de comentar lo tranquilo que es el lugar. Imagina un sitio familiar, ideal para pasar el rato con tus seres queridos, donde puedes disfrutar de buena comida casera. La verdad que cuando fui, me encantó la atención, ¡es de esos lugares donde te sientes como en casa! El servicio es rápido, pero no en modo de apresurarte; más bien como que te cuidan sin agobiarte.
Ahora, lo que realmente me dejó sin palabras fue el arroz con bogavante. ¡Buenísimo, de verdad! Todos en la mesa nos pusimos de acuerdo: teníamos que probarlo sí o sí. Sinceramente, es uno de esos platos que se queda en la memoria. Y si estás buscando un menú del día de calidad, ni lo dudes, este restaurante tiene algunos de los mejores. Las estrellas se alinean con un precio bastante asequible, entre 10 y 20 euros por persona, ¡todo un chollazo!
Por cierto, si buscas algo más clásico, olvides la idea de las raciones enormes y tómate un riesgo con los huevos rotos. Son espectaculares, aunque te advierto que a lo mejor no saciarán el hambre de un vikingo. Pero con un par de platillos más, seguro sales contento. Además, la amabilidad del personal es de esas cosas que te dejan buen sabor de boca. Es un sitio que, sin duda, te hará pensar en volver.
Y para aquellos que se preguntan qué platos recomendados se mencionan, ahí van: el arroz con bogavante, los huevos rotos, y si te animas a probar, los boquerones con salmorejo también son una opción muy interesante. ¡Estoy convencido de que no te decepcionarán!

Fotografías El Trompezón





