Restaurante Subiendo Al Cielo

Restaurante Subiendo Al Cielo

¡Tienes que probar Subiendo Al Cielo en San Lorenzo de El Escorial! Este bar restaurante, ubicado en la Calle Gobernador, 4, es un lugar acogedor donde el malo no tiene cabida. Carlos, el dueño, no solo es un gran cocinero, sino que también sabe cómo hacerte sentir como en casa con su trato exquisito. La carta está llena de opciones mediterráneas que son un verdadero festín para el paladar, y te aseguro que querrás volver solo para degustar los platos que todavía te faltan.

La experiencia aquí es auténtica; hemos compartido varios platos como croquetas, garbanzos, migajas y cangrejos blancos, todo a un excelente precio. Además, el ambiente relajante y las buenas vibras, acompañadas de la mejor música, hacen que cada visita sea especial. Recuerda, no aceptan tarjetas, así que lleva efectivo. Si decides pasar un rato agradable, we promise, ¡no te arrepentirás!

Restaurante Subiendo Al Cielo

Restaurante Subiendo Al Cielo

Restaurante
4,8
232Reseñas
137Fotos
C. del Gobernador, 4, 28200 San Lorenzo de El Escorial, Madrid
607 05 73 94
Restaurante Subiendo Al Cielo

Horarios Restaurante Subiendo Al Cielo

DíaHora
lunesCerrado
martesCerrado
miércoles20:00–24:00
jueves12:00–17:0020:00–24:00
viernes12:30–17:0020:00–24:00
sábado12:30–17:0020:00–24:00
domingo12:30–17:00

El horario podría cambiar.

Restaurante Subiendo Al Cielo

Mapa Ubicación Restaurante Subiendo Al Cielo

Restaurante Subiendo Al Cielo

Dónde se encuentra "Subiendo Al Cielo"

¡Tienes que conocer el Restaurante Subiendo Al Cielo! Este lugar se ha ganado cada una de sus 5 estrellas y no es para menos. Desde que llegas, te das cuenta de que aquí todo está pensado para que te sientas como en casa. El ambiente es tan acogedor que parece que estás en el salón de tu abuela, listo para disfrutar de un buen plato casero. Y hablando de platos, ¡qué delicia! La cecina, las croquetas de jamón y la ensaladilla de atún son simplemente imperdibles. Te prometo que cada bocado te recordará a lo que comías de niño.

Y, ¿qué me dices de Carlos? Además de ser el dueño, ¡es un auténtico crack! Se hace cargo de la cocina y de la sala con una atención que es un verdadero lujo. Te va a contar con todo detalle qué hay en el menú, qué ha cocinado últimamente y, lo mejor de todo, te aconseja según lo que te apetezca. ¡Deja que te guíe! Su paté de ciervo es toda una experiencia que no te puedes perder.

El servicio es genial, siempre con una sonrisa y atención personalizada, lo que hace que quieras quedarte un poco más. Y si te preocupa el precio, tranquila: por unos 20-30 € por persona, vas a salir muy satisfecho y con los sentidos a tope. A mí personalmente me maravilla cuando un lugar no solo cumple, sino que supera tus expectativas.

Y en cuanto a la ubicación, Subiendo Al Cielo está en Calle del Gobernador, 4, 28200 San Lorenzo de El Escorial, Madrid. Así que si estás en la zona y te apetece algo rico y auténtico, ya sabes dónde tienes que ir. ¡No te lo pienses más y ve a disfrutarlo!

Restaurante Subiendo Al Cielo

Cuál es la dirección exacta del restaurante

¡Y qué decir del Restaurant Subiendo Al Cielo! A veces uno se encuentra con lugares que parecen sacados de un sueño, y este es, sin duda, uno de ellos. La primera vez que fuimos, fue un auténtico azar, pero desde entonces no hemos dejado de hablar de la experiencia imborrable que vivimos allí. La comida es casera y con un sabor que te transporta a esas comidas que solo las abuelas saben hacer, ¡todo muy elaborado con cariño y amor! Y el servicio de Carlos... ¡madre mía! Este tío se merece un aplauso por lo bien que nos trató. Su famoso arroz con leche es para llorar de la emoción.

Y hablando de comida, sin carta, el lugar te sorprende cada vez que vas. Carlos te canta los platos del día y la verdad es que no hay que pensarlo dos veces. Nosotros pedimos garbanzos con gambones, unos callos y un solomillo de lomo que, bueno, no tengo palabras. Todo fue exquisito y hasta los cafés venían con un toque especial, un poquito de chocolate y unas galletas que le daban ese toque de cariño. Si alguna vez vuelvo a El Escorial, lo tengo claro: ¡repetiría sin dudarlo!

Y, ¿ya probaste los garbanzos con ajo? O el salmorejo y la sopa de cebolla... ¡madre mía, qué espectáculo! La comida en este lugar es simplemente spectacular. A un buen precio y con un trato de lo más cercano. La verdad es que se nota que están haciendo algo especial, y es repetible al 100%.

Por cierto, si te preguntas dónde se encuentra este rincón del cielo culinario, está en C. del Gobernador, 4, 28200 San Lorenzo de El Escorial, Madrid. Así que no dudes en pasar, porque te prometo que te va a encantar. ¡Nos vemos allí!

Restaurante Subiendo Al Cielo

Qué tipo de comida ofrece "Subiendo Al Cielo"

Y, ¿qué te puedo decir de Subiendo Al Cielo? Es un lugar que se siente como un refugio, ideal para una comida tranquila después de un día explorando San Lorenzo de El Escorial. La comida es espectacular y la atención te deja una sonrisa de oreja a oreja. Estábamos de paso, pero te aseguro que 100% recomendable si decides quedarte por la zona. Si quieres disfrutar de una comida sana y deliciosa en un ambiente acogedor, simplemente, ¡no te lo puedes perder! Aquí, se sirve todo con un montón de cariño y con un toque de casero que hace la diferencia. Un 10, sin duda!

Ahora, hablemos un poco del dueño, Carlos. ¡Es un crack! Te recibe con los brazos abiertos y se asegura de que tengas una experiencia inolvidable. La presentación de la carta es más como una conversación que como un menú tradicional. Te va guiando por sus platos y te asegura que descubras todo lo que tiene para ofrecer. Si come de todo, ¡prepárate para dejarte sorprender! Unas de mis recomendaciones son la Ensaladilla Rusa, la Cecina y, por supuesto, las Croquetas de Jamón. Te aseguro que cada bocado es un placer.

Lo mejor es que la calidad de la comida es simplemente inmejorable. Materias primas de primera y una cocina que mezcla lo tradicional con un toque moderno. Probamos garbanzos fritos con habas y una hamburguesa casera sin pan, ¡y estaba para chuparse los dedos! Sin hablar del salmorejo que nos hizo sentir en casa. Además, el local es un poco escondido, lo que le da un encanto especial. Ah, y un dato: solo aceptan pago en efectivo, así que asegúrate de tener algo para disfrutar sin preocupaciones.

En resumen, Subiendo Al Cielo ofrece un menú variado que incluye desde platos vegetarianos hasta algunas delicias con carne. La fusión de verduras y legumbres sanas con recetas caseras es un must para disfrutar de una experiencia gastronómica única. No hay que dudarlo, si estás en el Escorial y quieres comer bien, este restaurante es la mejor opción para escaparte de los típicos lugares turísticos. ¡Nosotros ya estamos planeando volver! ️

Restaurante Subiendo Al Cielo

Quién es el dueño del restaurante y qué lo destaca

Y hablando de la experiencia gastronómica en el Restaurante Subiendo Al Cielo, déjame contarte que es un sitio que merece la pena. Es pequeño y acogedor, con un ambiente que te envuelve de inmediato. Desde que entras, sientes que el tiempo se detiene, lo que es genial para disfrutar de la comida y la buena compañía. La decoración es una mezcla de estilos súper ecléctica, lo que lo hace aún más especial. La verdad es que me encanta, tienes un poco de todo, y eso le da un toque único.

Cuando se trata de la comida, hay algo que debes tener claro: aquí no hay menú preestablecido, así que prepárate para dejarte llevar. Carlos, el dueño y anfitrión, es un crack total. Te va guiando a lo largo de la experiencia, y sus sugerencias son siempre un acierto. De hecho, dos copas de vino, un caldo de apio, callos, hamburguesa de solomillo y un café te pueden salir por unos 43 €, que es un buen precio considerando la calidad. Los callos, en particular, son para morirse, con esa salsita ligeramente picante que le da un toque espectacular.

Ciertamente, hay que tener en cuenta que aceptan solo efectivo, así que no aparezcas sin algo de metálico si no quieres quedarte con el antojo. Ah, y aunque la ensaladilla me pareció lo más flojo, el resto de los platos se llevaban el diez. Es el tipo de sitio donde le das un 10 a la comida y un 4 al servicio porque hay momentos en los que la atención puede ser más lenta, pero todo compensa. Y para ser un lugar alternativo, con precios razonables y una comida de calidad, ¿qué más se le puede pedir?

En resumen, Carlos es el alma de este restaurante, y se nota que le pone cariño a todo lo que hace. Me encanta que la comida esté hecha con mimo y que cada visita se convierta en una nueva experiencia. Ideal tanto para una cita romántica como para una cena con amigos. Así que si estás buscando una propuesta diferente, este es el lugar al que deberías ir. ¡No lo dudes, tienes que probarlo!

Restaurante Subiendo Al Cielo

Cómo es el ambiente del bar restaurante

Hay algo especial en Subiendo Al Cielo. No sé si es el ambiente acogedor del lugar o la atención espectacular que recibes nada más entrar, pero te aseguro que no te vas a querer ir. Desde que te recibe Carlos, el dueño, hasta la última sonrisa del camarero, sientes que estás en buena compañía. Y si tienes suerte, quizás te encuentres con su hermana, que también se dedica a ayudar y te hace sentir como en casa. Ellos son justito lo que necesitas para que tu experiencia sea inolvidable: atentos, amables y siempre con un toque de broma que hace que todo sea más ligero.

Y hablemos de la comida. ¡Madre mía! La calidad es increíble. Esta no es la típica comida de restaurante; aquí todo tiene un toque especial. Desde la Ensaladilla de Atún hasta las croquetas caseras de jamón y boletus, todo está pensado para que disfrutes al máximo. La relación calidad-precio es de esas que impresionan: por 20-30 € por persona, vas a salir más que satisfecho. De verdad, no escatiman en nada. Y lo mejor es que Carlos te asesora sobre lo que más te puede gustar, adaptando el menú a tus preferencias y haciendo de tu comida una experiencia personal.

Si estás pensando en un lugar perfecto para tomar algo tranquilamente, este es el sitio. Carlos, una vez más, es el alma del lugar. Te hace sentir como si estuvieras en casa, pero con un toque de estilo. Puedes ir con amigos, en pareja o incluso en familia. El ambiente es tan tranquilo y acogedor que, de verdad, te dan ganas de quedarte a vivir allí. Y si tienes un bebé, no hay problema: fueron muy receptivos con nosotros, ¡y es difícil encontrar sitios así durante las fiestas!

En resumen, Subiendo Al Cielo no es solo un restaurante; es un lugar donde te acogen de maravilla, donde la comida casera de calidad se combina con un trato amable que te hace querer volver. Es un cachito de felicidad en San Lorenzo de El Escorial, un sitio alternativo donde puedes disfrutar de una experiencia gastronómica maravillosa. Sin duda, una de esas joyas escondidas que hay que descubrir. ¡Así que no lo pienses más y ve ya!

Restaurante Subiendo Al Cielo

Qué platos recomendados se mencionan en la introducción

La verdad es que Subiendo Al Cielo es un lugar que te abraza desde el momento en que entras. La decoración es ecléctica y elegante, lo que le da esa sensación de estar en un sitio especial, lejos del bullicio habitual de otros restaurantes. Puedes darte cuenta de que aquí se cuida cada detalle. Solo pasé a tomar una cerveza, y el camarero, un tipo de lo más simpático, me sorprendió con una tapa deliciosa. La carta tiene una pinta increíble, así que no dudo que volveré para probar algo más.

Si buscas un refugio, esto es casi como estar en casa. Carlitos, que es un encanto, le pone mucho cariño a todo. Es un sitio perfecto para esos sábados en los que necesitas desconectar. Por 20-30€ por persona, te vas a casa con una sonrisa y muy bien comido. La comida y el servicio están a un nivel de 5 estrellas; no te puedo decir más. Siempre salgo sintiéndome mejor de lo que entré.

En general, el ambiente es acogedor y tranquilo; hay pocas mesas y eso se nota, porque la comida llega rápido y el ruido es mínimo. Aunque las raciones a veces son un poco escasas, la calidad está ahí. Eso sí, te tienes que preparar para una 'sorpresa' en la cuenta, ya que no hay carta física y tampoco aceptan pagos con tarjeta. Si no llevas efectivo, ¡puede que tengas que hacer una pequeña excursión al cajero! Pero, aún con eso, es un buen lugar para pasar una buena tarde.

Y no olvidemos la comida. Desde la sopa de ajo hasta la ensaladilla de atún y las croquetas de jamón, todo lo que he probado hasta ahora ha estado riquísimo. Y si te gustan los postres, ¡prepárate! Son caseros y espectaculares. En resumen, Subiendo Al Cielo es un lugar que vale la pena visitar, y cada experiencia se siente única. La mezcla de buena comida, excelente servicio y un ambiente saludable hacen que sea fácil entender por qué la gente lo adora.

Restaurante Subiendo Al Cielo

Es necesario hacer reservaciones para visitar "Subiendo Al Cielo"

Y, bueno, si estás buscando un sitio donde comer que te haga sentir como en casa, Subiendo Al Cielo es el lugar perfecto. Desde que llegas, Carlos, el dueño, te recibe con esa calidez que solo los buenos anfitriones tienen. Te olvidas de que estás en un restaurante y sientes que estás en una cena con amigos. Y ni hablar de la comida riquísima que sirven, ¡es todo casero y se nota! Te van cantando los platos del día, y eso le da un toque especial, ¿no? En un par de visitas ya te sientes parte de la familia.

Otro detalle que nos encantó fue que son súper pet-friendly. Baloo, nuestro beagle, fue tratado como un rey y eso siempre suma puntos. Al final de la noche, cuando miras la cuenta, te sorprende lo asequible que resulta todo por la calidad que ofrecen: por unos 20-30 € por persona, comes como un rey. Y no olvides probar sus croquetas caseras de jamón y boletus o esa deliciosa sopa de ajo que te lleva, literalmente, al cielo.

La verdad es que, después de una cena tan agradable, te vas con una sonrisa en el rostro. El ambiente es muy acogedor, pero claro, siempre hay espacio para mejorar, como el tema de la acústica. A veces puede resultar un poco ruidoso, pero eso no quita que sea uno de esos lugares donde estás a gusto, charlando y disfrutando de una buena comida. ¡Y la atención del servicio es rápida y cercana! Se siente que están ahí para hacerte el momento especial.

Ahora, en cuanto a si necesitas hacer reservaciones, la verdad es que, aunque el ambiente es muy acogedor, es recomendable reservar si quieres asegurarte un buen lugar. A veces puede llenarse, especialmente en fines de semana. Pero, si decides ir en un momento más tranquilo, seguro que tienes suerte. En cualquier caso, ¡hazle un favor a tu estómago y dale una oportunidad a Subiendo Al Cielo! No creo que te arrepientas. ️✨

Restaurante Subiendo Al Cielo

Se aceptan tarjetas de crédito o débito en el restaurante

¡Y si no has probado Subiendo Al Cielo en San Lorenzo de El Escorial, te estás perdiendo una joyita! Es un sitio muy acogedor, donde cada rincón tiene un toque especial. La música de fondo es súper agradable, ideal para disfrutar de la cena sin distracciones, y te aseguro que la comida es simplemente espectacular. Desde el caldo de verduras que te calienta el alma, hasta las alcachofas gratinadas, cada plato es mejor que el anterior. A veces me cuesta decidir cuál me gustó más, pero el arroz con leche siempre me deja con ganas de repetir.

Es un lugar pequeño y familiar, así que no esperes una carta tradicional. Aquí es Carlos quien manda y cocina lo que sabe hacer: ¡comida casera de la buena! Se preocupa de contarte qué tiene preparado a la hora de comer, lo que hace la experiencia aún más especial. Por cierto, no olvides llevar dinero en metálico, ya que aquí no se aceptan tarjetas. Los precios son muy ajustados, así que por 10-20 € por persona puedes disfrutar de una cena deliciosa sin romper la hucha.

Hablando de él, Carlos es un personaje, ¡y no te puedo contar cuántas delicias probé en mi última visita! Desde la ensaladilla de atún hasta las migas con uvas, cada bocado te deja queriendo más. La atención es excepcional, siempre tiene una sonrisa y está atento a que todo esté perfecto. Y ya que estás, prepárate para escuchar su típica broma sobre “no comas tan rápido” porque, según él, ¡hay mucho más por disfrutar! Su servicio y ambiente tienen una calificación perfecta de 5 estrellas, y no es para menos.

Así que, si buscas un restaurante donde comas lo que Carlos cocina, este es el lugar. No busques una alternativa porque aquí no hay, y sinceramente, no la necesitas. ¡Todo está delicioso! Pero recuerda, es solo efectivo lo que tienes que llevar. Así que asegúrate de tener dinero en metálico porque no aceptan tarjetas de crédito o débito.

Restaurante Subiendo Al Cielo

Cuál es el rango de precios de los platos en la carta

No te imaginas lo mucho que me alegro de que hayamos descubierto el Restaurante Subiendo Al Cielo. Desde que llegamos, la atención fue insuperable y eso que no éramos los únicos buscando el local. ¡Carlos salió a rescatarnos! No hay nada mejor que un lugar donde te tratan como a un amigo. Y ni hablar de la comida, ¡todo estaba para chuparse los dedos! La calidad y el cariño que él pone en cada plato se nota y hace que quieras volver una y otra vez.

El ambiente es una monada, súper acogedor y lleno de encanto. Te sientes como en casa, y eso es raro de encontrar en un restaurante. Lo mejor de todo es que puedes disfrutar de una cena magnífica sin que te sangren los bolsillos. Aunque hay opiniones encontradas sobre las cantidades, la realidad es que la comida está bien elaborada y sabe deliciosa. La ensaladilla de atún y el caldo de verduras variadas son platos que definitivamente no puedes dejar de probar. Y si te gustan las croquetas, estas de jamón son un must.

Eso sí, hay que tener en cuenta que no aceptan pagos con tarjeta; te avisan desde el principio para que no haya sorpresas, así que asegúrate de llevar efectivo. Pero vamos, con la calidad del servicio y la comida, vale la pena. En general, el rango de precios de los platos está entre 20 y 40 euros por persona, lo que es todo un chollo considerando lo que recibes tanto en sabor como en atención. ¿Quién necesita más? ¡Vamos a volver pronto!

Restaurante Subiendo Al Cielo

Qué tipo de música se puede esperar en el lugar

La verdad es que Subiendo Al Cielo ha sido todo un hallazgo. Si buscas un lugar donde realmente te cuiden y te hagan sentir como en casa, este restaurante es el indicado. Carlos, el propietario, lo hace todo: desde cocinar hasta servirte con una sonrisa. Te aseguro que se desvive por los clientes, así que preparate para una atención de 5 estrellas. Lo mejor es que, aunque no está en una ubicación superobvia (está detrás del Ayuntamiento), eso le da un toque más especial y acogedor.

Cuando llegues, no dudes en pedir algo de picoteo o lanzarte a un plato más contundente. Sus opciones son originales y deliciosas, y definitivamente se alejan de los clásicos que te puedes encontrar en cualquier lado. La sopa de cebolla y las croquetas son un must, pero te advierto que todo lo que pruebas en este lugar tiene un sabor único. ¡Vas a querer repetir sí o sí! Y lo mejor, los precios son más que razonables, así que saldrás satisfecho sin dejarte un dineral.

Hablando de el ambiente, la clientela es casi familiar, con gente que vuelve continuamente, desde curiosos hasta los habituales que ya lo consideran su segundo hogar. Eso le da un aire de comunidad muy cálido. Además, si te preguntas qué tipo de música puedes esperar, aquí la cosa es más bien tranquila, con melodías suaves que acompañan perfectamente una buena cena y una conversación agradable. ¡Felicidades a Carlos por crear un lugar tan especial! No podemos esperar a volver a disfrutar de otra maravillosa velada. ¡Ya lo sabes, aquí hay que ir sin falta!

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Fotografías Restaurante Subiendo Al Cielo

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